Expansión urbana

Expansión urbana
Francisco Santander

A B S T R A C T


“Lo que interesa entender ahora no es un problema de tiempo, es un problema de aceleración…”  Paul Virilio.



Los mercados globales han iniciado su carrera desde la llegada de la Revolución Industrial, la ciudad crece de manera exponencial en todas sus direcciones, las industrias y la actividad productiva es el motor de un concepto de “ciudad desarrollada” en donde las políticas de estado tratan arduamente de regular y ordenar esta demanda excesiva por explotar el territorio.

La planificación urbana corre exhaustivamente a kilómetros de lo que el mercado privado propone, siendo el territorio una víctima de saturación programática y altos porcentajes de material toxico particulado, afectando al medio ambiente y a la calidad de vida de una sociedad que existe para algunos y subsiste para la mayoría.

La mancha urbana se expande como un derrame de petróleo que actúa como un líquido tóxico para la superficie del territorio, siendo víctima de un motor mercantil en donde las entidades privadas priorizan sus intereses por sobre las expectativas de un desarrollo sostenible, autónomo y colectivo a su vez, para enfrentar la excesiva demanda de suelo fértil de producción económica.




I N T R O D U C C I O N

La investigación nace de una inquietud que me ha dado vueltas desde hace un tiempo atrás, que tiene que ver con la real efectividad del plano regulador frente al crecimiento espontaneo del territorio, es decir, por su papel como “ente regulador”.

El estado cada cierto tiempo decide cambiar la norma y hacer una especie de “actualización”, a modo de responder a una necesidad innata y natural que tiene la ciudad que es su condición de expandirse. Sabemos que esta tiene dos modos de crecer, en su plano 2d horizontal y en su verticalidad. En esta investigación analizaremos fundamentalmente el rol del Plano Regulador en el crecimiento horizontal ya que de esta manera podremos cuestionar si esta línea virtual perimetral de la ciudad realmente “regula” y aporta a la planificación de la urbe, o si efectivamente, como planteamos en esta investigación, no es más que una estrategia de mercado para satisfacer necesidades e intereses de organismos privados con fines de lucro, en donde el más afectado es precisamente el ciudadano, por habitar una ciudad que no diseña ni anticipa futuros impactos negativos y que sus políticas no establece una real preocupación por el suelo agrícola y la calidad de vida de quienes deben vivir marginados en la periferia de la ciudad.
Por otro lado, sabemos que el plano regulador responde a una normativa, es decir, su trazado es una norma, y la norma, desde un punto de vista espacial, no es más que una línea.
A partir de una mirada, ó un “caché” de información nos hemos percatado de que existe un “momento” ó “vacío en el tiempo” en el proceso de planificación del plano regulador, que se dá entre el trazado de este y su ejecución, cada vez que este se actualiza, es decir, durante el proceso urbano de planificación (zonificación, usos de suelo, etc.) y la posterior aprobación de este concretando la nueva norma.
Esto nos da como resultado poder plantear la hipótesis de que efectivamente en este “vacio de tiempo” la norma deja de ser una línea y pasa a ser un ESPESOR.
El problema se da al momento en que este “ESPESOR” intervienen las estrategias de mercado, saturando el territorio agrícola, forzando al cambio de uso de suelo a urbano, a través de políticas mercantiles que transparentaremos en esta investigación mediante un caso específico en una región de Chile en donde queremos entender el “hacia dónde vamos” en la ciudad de Santiago.

La hipótesis que planteamos es que el PRMS se adapta a la extensión espontanea del territorio, y no lo regula, priorizando una estrategia de mercado, ocultando datos de mensura reales sobre cambios de usos de suelo agrícola a urbano, para potenciar el crecimiento privado de industrias y producción inmobiliaria, cayendo en ordenamientos urbanos carentes de planificación causando deterioro medio ambiental. Para entender mejor la hipótesis, es importante explicar que esta radica en que la causa específica de todo lo anterior, es este “vacío en el tiempo”, el espesor, que se produce al momento de actualizar el PRMS, no queda regulado por ninguna entidad pública, siendo red de desarrollo privado.



Q UE – C O M O – POR QUÉ




El QUE radica en EL ESPESOR DE LA LÍNEA DEL PLAN REGULADOR,  que CORRESPONDE AL ESPACIO ENTRE LA DENSIDAD DEL TERRITORIO URBANO CONSOLIDADO, A LA LÍNEA TRAZADA POR EL NUEVO PLAN REGULADOR, Y ESTE A SU VEZ ES UN “MOMENTO DE LIBRE ALBEDRÍO” PARA LAS ENTIDADES PRIVADAS Y ESTATALES, INSCRIBIENDO PROYECTOS DE TODO ÍNDOLE SIN RESPETAR LOS USOS DE SUELO DE LA PLANIFICACIÓN.

¿ PROBLEMA?

-       PÉRDIDA DE SUELOS AGRÍCOLAS
-       CARENCIA DE ÀREAS VERDES
-       DISPERCIÓN SOCIAL
-       SATURACIÓN AMBIENTAL
-       EXCESO DE EMISIONES DE CARBONO
-       DESORDEN PROGRAMÁTICO


El COMO radica en EL ENCUENTRO DEL TRAZADO DEL PLAN REGULADOR CON LA EXPANSIÓN ESPONTANEA PREVIA DEL TERRITORIO. En donde se nos hace necesario considerar un “CUANDO”, que se da en el momento en que se actualiza en Plano Regulador.

El POR QUE se da PRODUCTO DE LA ACELERACIÓN EN QUE SE QUIEREN EFECTUAR LOS PROYECTOS DEL DESARROLLO URBANO Y DE LA DEMANDA POR EL SUELO. Es por esto que citamos la frase de Paul Virilio, en donde resumimos que el problema que es necesario entender es de aceleración y no de velocidad.




A R G U M E N T O    C R I T I C O


El concepto de aceleración que planteamos en la investigación es fundamental para entender el problema. Sabemos que el concepto de “expansión de la ciudad” involucra variables que muchas veces afecta y transgreden la ideología de una ciudad sostenible, sobre todo en una sociedad en donde pareciera ser que la clave del desarrollo está dada por el poder adquisitivo y el posicionamiento competitivo dentro del globo. Hay que entender además que este problema de aceleración parte desde un punto de vista micro, en donde las necesidades de una región crecen día a día de manera exponencial, una necesidad que entendemos como la “demanda”. Si bien, la ciudad de Santiago a pasado por variados cambios en sus usos de suelo, legislaciones y políticas de desarrollo urbano, siempre ha mantenido la constante de expandir su territorio para suplir problemáticas, y no como anticipo de ellas. Los planos reguladores desde el PRMS del ’60 muestran un claro comportamiento de “adecuación” o adaptación de su línea virtual a la expansión espontanea del territorio, en donde volvemos a entender que el problema no se da por la velocidad del cambio, sino, por la continua aceleración que la sociedad de hoy en día, completamente mercantil, genera para desarrollarse en el mercado competitivo. Esta sociedad a diferencia del Estado, sí se anticipa a los cambios, y proyecta sus competencias y requerimientos sin importar el impacto o daño que generan en el proceso. Este anticipo lamentablemente en el marco de la expansión territorial tiene un “lugar” en donde alojar, que es justamente este “espesor” del que trata nuestra investigación.
Hemos dilucidado que si este “vacío en el tiempo” tuviese planificación y algún tipo de normativa que rija y llene ese espacio entre la planificación del nuevo PRMS y la aprobación del mismo, los organismos de empresas privadas no saturarían el territorio, y todo este suelo agrícola que se propone podría tener una planificación y un orden para poder desarrollarse las actividades y equipamientos necesarios para la expansión. Los organismos estatales que participan en la planificación del territorio y en el diseño de la normativa del plano regulador ven a este cambio como un problema cuantitativo, y no como un problema de real incidencia cualitativa, entregando cifras de cantidad de hectáreas que se necesitan para abastecer la demanda, ya sea inmobiliaria o de producción, tomando el problema con soluciones “parche” cuando la idea de planificación está dada por la correcta organización de todas las partes que inciden en esta, siendo cada una importante en sí misma e incidente en el desarrollo colectivo de las demás. No podemos enfrentar los déficit porcentuales como cifras, sino, como problemáticas URBANAS, que involucran cada uno de los factores incidentes en una urbe, ya sea la sociedad, la calidad de vida, los tiempos de traslado, las autopistas, el transporte público, la vivienda social, el medio ambiente; y más que son propias de una ciudad.
El deterioro paulatino de nuestro territorio va creciendo día a día directamente proporcional a esta idea de aceleración, llenando los suelos de usos indiscriminados de daños irreparables, como es el caso especifico que vimos en Concepción en la comuna de Coronel, en donde el porcentaje de industrias es más del 70%, llevándolos a un estado de saturación del aire, teniendo que recurrir a un congelamiento urbano para detener los proyectos de construcciones de índole industrial y productivo. Nosotros cuestionamos esta medida del congelamiento urbano, ya que si bien, paraliza las actividades dañinas para el medio ambiente, no ataca la raíz del problema. 
En cuanto al caso estudio en Santiago y el PRMS-100 con esta investigación nos hemos dado cuenta que un porcentaje bastante más alto del 50% del territorio nuevo urbanizable que proponía la nueva norma, antes de ser aprobada por los organismos pertinentes, ya estaban completamente utilizados por predios mayores de 60 hectáreas (que era el máx. permitido para urbanizar según PRMS-100) y pertenecían a empresas privadas de índole inmobiliario e industrial, y que además en la comuna de Pudahuel, se concentraban más de dos mil hectáreas que no estaban ni siquiera incluidas en los suelos para urbanizar que ya eran terrenos de empresas como Cementos Polpaico que tenia 150 hectáreas a urbanizar, fuera de norma. Es decir, logramos darnos cuenta que esta aceleración por parte del mercado privado es efectiva, y que no discrimina, pudiendo confirmar la hipótesis que el PRMS no es un ente regulador, sino, una estrategia política para potenciar a una minoría capitalista y que la expansión del territorio no es una planificación ni esta regulada, sino, normada posteriormente.
Nuestro QUE del problema claramente fue identificado pero está lejos de tener una solución. Este vacío espacial en el proceso de planificación que radica en este espesor de la norma por ahora seguirá siendo nada más que un vacío potencial para el desarrollo del mercado privado, sin que exista un organismo que lo regule. Si nos preguntáramos por qué este espesor no está normado podríamos decir que simplemente porque no es tangible, es un problema que está inserto en el tiempo, existe conceptualmente pero no alcanza a materializarse producto de esta aceleración, el mercado va tan acelerado que el territorio cuando se planifica no alcanza a ser regulado, al momento de hacerse el PRMS y definir los usos de suelo con porcentajes equilibrados de; equipamiento, áreas verdes, vivienda social y suelo para producción el mercado ya ha definido anteriormente para que será su uso, los predios ya están comprados y los proyectos ya arrancaron. Entonces, ¿Es un problema de aceleración? ¿Es este espesor el “germen” del problema?...




C O N C L U S I O N


Chile actualmente y hace ya bastante tiempo sufre de un virus llamado centralización, en donde toda la actividad productiva se emplaza principalmente en Santiago, siendo foco de una idea errónea de “estándar de vida” para comunidades agrícolas que migran  buscando oportunidades que si bien, existen, están lejos de prometer una calidad de vida superior a la que están acostumbrados a vivir.

La expansión de la mancha urbana tiene ley, “la norma”, que “en teoría” es la encargada de regular la misma, y de organizar su superficie de manera tal, que la demanda de las necesidades ciudadanas sean agrupadas y partan de cimientos sólidos para un futuro desarrollo a nivel micro que genere fricción en una red colectiva de crecimiento global.
Existe esta norma específica de planificación llamada PRMS para el caso de Santiago que pretende regular los usos de suelo de la futura expansión del territorio y crecimiento espontaneo de la ciudad,  sin embargo las entidades políticas encargadas de esto no entienden el problema como de carácter cualitativo, sino, mas bien, cuantitativo, entiendo el trazado del PRMS como una línea virtual inscrita en la superficie del territorio.

En esta investigación hemos llegado a la conclusión que esta mirada es específicamente la raíz del problema, la norma del PRMS desde un punto de vista espacial, en los planos 2D, no debiese mirarse como una línea, sino, como un espesor, ya que es en este espesor en donde radican las estrategias de mercado que se anticipan a la planificación de la ciudad, siendo foco de estrategias de mercado que deterioran el medio ambiente y a la ciudad misma y su crecimiento.

Es cierto que el problema de la aceleración y anticipación del mercado a las políticas estatales y regulaciones urbanas pareciese ser inamovible, por su condición global de estar inscrita en una sociedad de mercado competitiva de altos estandartes privados, sin embargo, si inscribiésemos las problemáticas en áreas tangibles y legibles, podríamos atacar el problema de raíz, pudiendo tomar iniciativas de cambios de paradigmas con visión de futuro en un marco de ciudad sostenible, y conciencia medio ambiental. Es por esto que en esta investigación específica compartimos la idea de entender este espesor, y tomarlo como un “vacío”, que actualmente es de libre albedrío en la planificación, como el espacio o “momento” justo donde debiese actuar la norma, haciendo en etapas ordenadas, planificando el territorio y sus usos de suelo con porcentajes equilibrados, regulando las futuras expansiones previo a las estrategias de mercado, y finalmente fiscalizando que se cumpla lo antes dicho. Ciertamente creemos que partiendo por este tipo de iniciativas, podríamos poco a poco, acercarnos a poder decir que efectivamente tenemos una ciudad correctamente planificada, con un diseño urbano ordenado y consiente, y una política estatal pulcra y transparente ante una sociedad que habita día a día en un territorio deteriorado de daños irreparables.
G L O S A R I O


CUERPO: Es la infraestructura urbana en su condición de expandirse y todos los elementos que van construyendo esta expansión.

       Infraestructura Urbana: Término que engloba los servicios considerados como esenciales para el desarrollo de una economía moderna; transportes, energía, comunicaciones, obras públicas, etc.
(http://www.elmed.net/cursecon/dic/ihtm
       El usuario utiliza esta estructura urbana para su desarrollo, como transeúnte.

PRODUCCIÓN ATMOSFÉRICA: Se refiere al impacto ambiental que produce la ciudad al expandirse. Se cambia el uso de suelo de terrenos agrícolas y el CO2 correspondiente al crecimiento acelerado de la Urbe.
Densificación Habitacional v/s Pérdida de áreas verdes

GEOGRAFÍA: Forma de la ciudad en relación a su crecimiento y como se adapta a la geografía.

FENÓMENO: Cambio o actualización de los planos reguladores como planificación urbana, generando el ESPESOR del plan regulador COMO GERMEN de la estrategia de mercado.

CULTURA: Políticas de expansión urbana inscritas en un plano de conflictos de intereses en pro de una ciudad en vías de expansión.

ECONOMÍA: Se refiere a las economías urbanas sustentadas en negocios inmobiliarios, industrias y de desarrollo urbano (economía de la metrópolis)

TOPOLOGÍA: La relación entre los cuerpos, el usuario y el cuerpo construido. En este caso lo entendemos como el proceso de adaptación de la población frente a una infraestructura carente de planificación.

ENERGÍA: Aquella que es utilizada para los desarrollos de los nuevos proyectos de expansión urbana; agua, terreno, materiales, petróleo, etc.

ECOSISTEMA: Lo definiremos como la atmósfera desde un punto de vista “espacial” que contiene el acontecimiento, ya sea en pro al desarrollo ambiental, o en contra como agentes de deterioro ambiental.


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